Uxía llegó a este mundo hace 23 años, justo el día de los enamorados ¡oh casualidad! Ese día sonrió contagiada de sus padres que la esperaban hacía tiempo y que la quisieron primero sin entenderla y, después, muchas veces sin comprenderla. Ya de mayor, persiguiendo el sueño de ser periodista, acabó en el Madrid más compartido donde sufrir y gozar el desamor y el amor.
Lucha contumaz y tiempo para casi todo —menos para la tontería— es la consigna que le ha llevado hasta sus primeros poemas publicados. Todo ello siguiendo el deseo de compartir la palabra que alimenta el espíritu y el corazón joven.