Poemas de Hiedra

 

ESQUIZOFRENIA

Esquizofrenia de papel Libro de poesía Mañana será tarde, de Hiedra
El ritmo de un papel balanceado:
la sonrisa del Joker baila
al son del llanto por una sombra,
alondras de carbón salpican
su aliento.
El rectángulo de su mundo
oscila, pero sus límites
no cambian.
No hay sacudida
que devuelva las pupilas
a las espirales de sus ojos,
todo gira,
su laberinto se mantiene.
En el reverso, un retrato.
Quizá sea el opuesto
de nuestro aspecto,
que mostramos antes la máscara
que la vorágine.
Almazuela
Cuando te miro mirarme
sé qué quiero ser,
cuando veo las aves de tus ojos
me transformo en mujer-diván
retratada por tus lápices nerviosos,
en escorpión desprovisto de veneno,
en sierva de mis caprichos
y en cierva herida
que encierra mil locuras,
en sirena de los canales de Venecia,
en gladiadora que lucha
en el estadio de las ideas,
en galería de venas vibrantes de caricias.
Cuando te miro mirarme
me vuelvo miope
y no veo más lejos de la cortina
de hojas secretas de nuestro sauce,
nuestros cuerpos entrelazados
son el tronco.
Cuando te miro mirarme
descubro que
soy disparo,
soy relato,
soy un segundo subterráneo,
soy tributo.
Soy audífono y susurro y altavoz
y ruido,
soy hilera de explosiones,
marco de situaciones,
calle de azules
que ruegan desfilar,
luna llena
que los observa,
sombra que se desliza,
brillo que se refleja,
ojo que mira
y labios que se besan.
Y todavía,
todavía quiero ser más
en el manto de nuestros días.
Sujeta este ovillo, mi vida,
yo ya me he armado de alfileres.
Zurzamos mil momentos
para acolchar las caídas,
para cubrir los titubeos,
para ser hogar
donde sea que estemos.

EFIMERISMOS
Percibo en el ser
una caducidad volátil,
como si a cada respiración
nos despidiésemos definitivamente
y regresáramos siendo otros.
Percibo en una sonrisa
las arrugas de muchas otras
que ocuparon su puesto
pero que nunca serán las mismas.
Percibo el aleteo
de otros versos
sobre el pulso del escritor,
más jamás dirá lo que ya dijo
con una única palabra.
Percibo y recibo el traspaso
de mis mil identidades,
todas ellas con los mismos tics,
todas con instantes diferenciales.

Banda inferior La poesía mancha

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