Carlos Selva

Durante la reciente Fiesta de la Poesía que tuvo lugar en la Sala Aleatoria, Carlos Selva sorprendió a los asistentes con su poesía sincera y desnuda, muy alejada de los lamentos y lloros de otros poetas, de los que se quejan por todo y no aportan nada. No se trata de una poesía crítica con todo —acaso solo con el propio poeta—, sino más bien una alegoría de la propia vida que, como refiere el propio poeta, «no elegí».

Se trata pues de una manera nueva de tomarse a pecho la poesía, más allá de un grafiti de colores o unos versos etílicos. Porque conjugar la estética de la palabra con la modernidad más pura es posible si se tienen presente que la poesía es siempre belleza, aunque no seamos capaces de verla en primera lectura.

Les propongo a Carlos Selva como referente de la poesía que viene. Poesía de la buena capaz de acercarnos a lo que pasa por dentro y por fuera de nuestras almas envenenadas de internet y sucia posmodernidad.

 

Comentarios cerrados.