En un ambiente franco y con un solo objetivo para toda la noche: escuchar poesía de verdad, la sala Aleatorio, se fue llenando hasta que el aforo no pudo más. Muy pronto comenzaron a sonar estrofas de versos con toda la fuerza de nuestros jóvenes poetas, mucho más que promesas a estas alturas. Vittal, Sofía Morante, Marta Mar, Tabachkova, Quique Vasallo y muchos más fueron fieles a una cita que preconizaba el magnífico cartel diseñado por Carlos Salem, organizador del evento y verdadero mecenas de los poetas españoles de ahora; el hombre que da vida a la poesía y que selecciona a los mejores poetas para nuestro fondo de escritores.
Después de que el propio Carlos Salem presentara el evento, dando la bienvenida a los asistentes, uno tras otro fueron saliendo al escenario los jóvenes autores, a su aire, sin limitaciones, seleccionando lo mejor de sus obras recién publicadas para un público receptivo que bebía cerveza y poemas. Este argentino audaz, contumaz escribidor de poemas de colores y novelas bien negras, ha sabido aglutinar a los/as poetas que tienen más que decir y de su mano van derramando poesía a cada paso y a cada vaso que queda vacío sobre la barra de un bar a punto de echar el cierre.
Por parte de La poesía mancha asistió al acto la jefa de edición Rosalía de Santos, responsable de que las publicaciones que allí se mostraban y de las que salían los poemas recitados, tengan la más alta calidad editorial y el diseño más provocador y actual. Habló en nombre de todos los que hacemos posible vasos rebosantes de poemas cada vez que la inspiración vacía las almas de nuestros poetas y pretende acercarse a los corazones de nuestros seguidores: todos amados y mimados por el equipo editorial que más ama los versos en este país.
El resurgir de la poesía en España e Hispanoamérica es ya un hecho y a ello han contribuido poetas, editores y un público que estuvo echando de menos las estrofas más bellas durante décadas. La poesía ha vuelto y llega cargada de equipaje, como dando a entender que se va a quedar por una larga temporada entre nosotros. Pero ojo, que la poesía buena mancha; no te pongas muy cerca del escenario porque puedes volver a casa lleno/a de colores.
Toda la fuerza de la poesía de ahora, unida a unos apasionados espectadores anhelantes de emotividad y deseosos de sensaciones nuevas eclosionaron en una noche febril preñada de versos, muy cerca de lunas nuevas y amores también nuevos.
Aquí os dejamos las fotos de aquella noche feliz que se repetirá en otros mundos, en otras ciudades y en otros corazones porque a todos se nos quedó el cuerpo con ganas de mancharnos con más poesía.