Nací en Madrid arropado por el rock and roll, siempre acompañado de un bolígrafo, un libro y una guitarra. Con el paso de los años comencé a leer a Lorca y, de poeta en poeta, llegué al realismo sucio americano de los 50, lo que me llevó a amar, definitivamente, la incisiva poesía de la música y los bares. Unos años atrás, entre alegrías y decepciones, cigarro y cigarro y noches que parecían eternas nació mi primer libro: Alquimia de recuerdos rotos, al que siguieron Una espina en la memoria, El último septiembre y este que publico bajo el sello La poesía mancha: Besos hambrientos entre paredes sucias. Acompañando a estos libros lance dos trabajos discográficos con mi banda, Ciudad Olvido: Heridas Abiertas y el LP Mientras Todo Arde.