POEMAS DE SUSANA MATA

LOS RELOJES

 

Era otra la era

y yo era la que quería ser.

No necesitaba del reloj

ni este de mí.

 

Sueña

somos dueños de la nada.

 

Reina de mi cuerpo

todo me duele

no hay edad

vanidad ni ego.

 

Flota en mí la espuma de un delirio.

 

De cuando en cuando

corazonadas

dudas y silbidos.

 

Entonces

me sirvo un vino

y abro un libro.

 

H20

 

A veces lo mejor

es oírte hablándome en otro idioma

imaginar que las palabras

son gotas suspendidas

y me alcanzan siempre en el aire

convirtiendo mi agua

en mares de significado

hacer y deshacer puentes

rompiéndome al vuelo

para aterrizar en tu cuerpo

y armarme de nuevo

fluir

libre

soy como el agua

infinita

millonaria

provengo de un legado de tierras y tiempo

caído del cielo me das océanos

lágrimas ríos o polos

vivimos en formas distintas

yo sólida como el hielo

tú volátil como el gas

soy inexplicable

puedo estar congelada

y romper a hervir en segundos

navego por tu sangre

y tú vences mi gravedad

trepando por las ventanas

nutres cuerpo planeta y universo

soy dos veces nube y una vez tormenta

me gustan más los rayos que las estrellas fugaces

 

PROHIBIDO ADELANTAR

 

Paseaba por un bosque encantado,

bajo una bóveda de pinos, abetos y cipreses.

 

Entre pájaros, arpas y musgo,

olvidé por un instante que era hombre.

 

No vi el camino.

 

Lo crucé sin ojos, lo pisé sin pies.

Cuando volví a mi cuerpo, ya era tarde.

 

La realidad me había atropellado.

 

Me guillotinó

la línea continua de la carretera.

 

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